sábado, 27 de marzo de 2010

¡Yo quiero una chica Heinlein!

Todos los aficionados a la ciencia ficción sabrán de qué hablo. Heinlein, uno de los grandes de la cincia ficción de todos los tiempos, describió unos personajes deliciosos que por desgracia en los últimos libros calcó de una a otra historia, pero con una serie de características comunes: chicas preciosas, con una inteligencia propia de genios, grandes matemáticas o ingenieras, abiertas de mente y corazón, seguras de sí mismas, capaces de desplumar un pollo y echarlo a la cazuela tras retorcerle el pescuezo tan tranquilamente como bailan el vals en la recepción del palacio de un embajador.

Pero lo que más me gusta de las cicas Heinlein es que eran completamente indepedientes. Casi se podría decir que tenían pareja como simple capricho y por su gran corazón, sin ninguna necesidad propia que llenar.

Y por supuesto, siempre dispuestas a pasarlo bien en la cama... total, puestos a fantasear, que sea la mujer perfecta, ¿no? aquella que nunca está demasiado cansada para un arrechucho.

Para los que aún no los conozcan, les recomiendo sus libros: Tiempo para Amar, Forastero en Tierra Extraña, o el Número de la bestia. Diversión aegurada.

2 comentarios:

  1. ¡Hola!

    Yo también quiero una tipa así ^^

    Entre reducir cuota o plazo, yo me quedo con el plazo. Que la vida son dos días. Aunque tu razonamiento también me parece adecuado. Supongo que el truco es no pedir hipotecas.

    Una vez intenté hacer jabón a partir de aceite y no me salió. Soy un manazas :s

    Me gusta el blog, te seguiré. ¡Un saludo!

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  2. Pues me alegro de que te guste Alvaro. Lo del jabón es cuestión de práctica. Si yo pude hacerlo, !!!es que puede cualquiera!!! un saludo

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