viernes, 19 de marzo de 2010

Los vecinos, que bendición

Hoy me he encontrado a mi vecina la gilitonta del quinto, en el ascensor. Sí, la llamo así, porque cualquier otra cosa que diga de ella sería ilegal.

La amabilísima señora, ha entrado como un tornado arrasando en el portal, se ha dirigido cual misil hacia el ascensor con cara de perro (bueno, la suya, no es que se la haya mangado a un perro) y levantando mucho la nariz nos ha escupido un: “Vaya, buenos días” con mucho retintín. Le fastidia mi existencia en el mundo, supongo.

Yo, que lidiaba con un perraco de treinta kilos, un retoño de tres años, y cinco bolsas de la compra, he tardado más de dos segundos en contestar. ¡Oh cielos, qué atrevimiento!. Y cuando ya abría la boca para contestarle un seco buenos días, la fiera corrupia me ha soltado una bronca descomunal sobre la grosería y la falta de educación de la gente de hoy (ese soy yo, supongo). Qué si estoy sordo, que si no tengo educación, que si no he oído que me ha dado los buenos días (si, señora, he oído como se cagaba en mi madre con buenas palabras, entre líneas. Y en sólo tres palabras, un record absoluto).

A continuación, presa del pánico ha saltado atrás aterrada porque… señores… ¡¡había visto un perro!!! ¡¡Oh, si!!! Quita, quita, apártalo, que me va a morder, me ha dicho la bicharraca. Mi perra, toda una dama de ya 11 años, medio ciega, que jamás en su vida ha hecho más que menear la cola frente a los desconocidos, desagradables o no, me ha mirado resignada, la he mirado, y nos hemos dicho que mejor nos callábamos.

No contenta con eso, la muy simpática vecina ha arramblado contra mi retoño, que la pobre se ha quedado alucinada por el vendaval que nos ha caído encima. Que si ¿Ese es el ejemplo que le das a tu hija? Hay que ver, ya no hay educación, que vergüenza. Y ni corta ni perezosa ha entrado en el ascensor que nosotros estábamos felizmente esperando desde hacía varios minutos, se ha metido dentro y nos ha amenazado con un “y aquí con el perro ese no entréis”.

Conclusión: Cómo me gusta la vida en comunidad, el buen hacer entre vecinos… y echar lejía en la ropa que tienda esta señora en el patio de vecinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario