martes, 16 de marzo de 2010

El sexo a lo largo de la vida

Es curioso cómo nuestra idea del sexo y su importancia relativa nos va cambiando a lo largo de la vida. Cuando somos preadolescentes, nos parece un mágico misterio, que estamos ansiosos por descubrir. Lo que mueve el mundo, nos dicen.

Y ya de adolescentes, es la leche. Cualquier momento, y cualquier lugar son buenos, para asomarse a ese universo del sexo. Lo practicas todo lo que te dejan (o sea, prácticamente nunca), pero piensas en ello todo el santo día. Cada descubrimiento te deja alucinado y solo quieres más y más.

Luego ya de joven, con piso propio e independencia, o al menos con más libertad, lo disfrutas de verdad. Se hace casi obligatorio, lo que le quita algo de gracia, pero sigue siendo una actividad que nos merece la pena. Pierdes el morbillo de no saber cuando podrás practicarlo, pero ganas puntos de experiencia. Después te echas novia, y se convierte en una rutina, divertida al principio, pero falta de interés en breve.

Y ya una vez casados, prácticamente te olvidas del sexo, tras un breve lapso de recién casados, pasa a ser lo penúltimo de la lista, justo antes de “no aguanto a tu madre” y después de “hay que llamar al del gas, que la caldera creo que pierde”.

Lo mejor viene cuando nos ponemos a procrear, aquello se convierte en un sin vivir. Que si ovulaciones, días de descanso, hoy toca, hoy no…. Y cuando toca ovulación, hay que cumplir si o si, es casi tan divertido como ir al cajero automático a sacar dinero. Y tu mujer suele creer que es igual de fácil, cuando te dice “cielo, para esta noche me pones ración doble, que tengo el moco cervical a punto de clara de huevo”. Romántico ¿eh? A ver quién se motiva con esa imagen.

Eso si, revives una segunda juventud cuando llegan los retoños. Entonces vuelves a ser adolescente en lo que al sexo se refiere: jamás lo practicas, cualquier momento y lugar parecen buenos, siempre vas con la angustia de que te pillen y además es tan rápido que ni te enteras. Como cualquier adolescente, vamos.

Y si, acabo de tener un retoño, que tiene ahora ya tres primaveras. Y si, ando un poco quemado. ¿pasa algo?.

4 comentarios:

  1. Interesante resumen, yo creo que llevaré mal lo de los retoños... pero despues dicen que cuando eres mayor el sexo tambien es muy bueno, ya veremos!

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  2. Estoy deseando que tengas razon!! la esperanza es lo que nos mantiene en activo, ¿no?

    De todas formas, los retoños son lo mejor de la vida, a pesar de todo. Con diferencia.

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  3. ..."para esta noche me pones ración doble, que tengo el moco cervical a punto de clara de huevo..."
    Casi muero de la risa al leer esta parte.
    Que no digo que a MÍ me haya pasado, ¿eh?...
    Sólo que se lo he escuchado parecidísimo a UNA AMIGA o así.... juajuajuajua
    La raza humana. Tan distinta, pero tan igual...

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  4. si, si, lo de la amiga me lo conozco... "cieli, que dice una amiga que si lo hacemos colgados de la lampara es niño, y si lo hacemos en la bañera haciendo el pino es niño. No es que yo quiera probarlo, ¿eh? pero es que mi amiga dice que.."

    Me alegro de que te haya hecho reir un rato, es bueno saberlo. Si no, uno tiene la sensacion de escribir por puro onanismo. Gracias!!

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