domingo, 28 de febrero de 2010

A mi me enseñaron a no comprar a crédito.

Que manía tenemos todos de comprar con tarjeta. A mí desde pequeño me enseñaron y casi me tatuaron en el cerebelo que jamás, jamás, jamás comprara a crédito, que los intereses te comen vivo, que es una trampa mortal… y sin embargo veo cada día a gente en todas partes con la visa en la mano y cara de felicidad, gastando compulsivamente. No lo entiendo. Es una estrategia de borregos.

Explicado para quienes se perdieron Barrio Sésamo: Si aprovecho la visa para comprarme, por ejemplo, una consola, un reloj, o un bolso de marca carísimo, quiere decir que yo, coco, no tengo en la cuenta dinero suficiente para comprarlo al contado, ¿verdad?. Y si no tengo dinero suficiente, ¿cómo voy a comprármelo?. Lo normal sería NO hacerlo.

Pues no. Yo que soy un borrego más listo que ninguno, tiro de la visa (Oh, mágica Visa) que lo que hace es traer dinero del futuro para pagar lo que no me puedo permitir. Si, de verdad, no es ciencia ficción. La visa paga al comerciante con el dinero que algún día se supone que tendré, pero no tengo ahora. Y antes o después tendré que pagar esas deudas (más los intereses).

Pero si la uso cada día, si nunca tengo suficiente para comprar esas cosas, y siempre estoy pidiéndome prestado a mi mismo en el futuro, ¿Cuándo tendré suficiente con lo que pagar esa deuda?

Y aquí estamos..

Parece mentira, pero al final he caído. Me he creado un "blog", como si no fuera bastante narcisista ser escritor, encima he querido crear un espacio donde los demás también puedan sufrir mis pajas mentales.

Y aquí estás tú, leyéndolo. Así que prueba superada: hay UN ser humano que lee lo que escribo. Hala, ya puedo morir feliz.